Aunque todo el entorno de Carmen Franco Polo (91) sabía que el momento llegaría tarde o temprano, ninguno se imaginaba que fuera tan pronto, a tan solo unos días de terminar el 2017 y dar la bienvenida al nuevo año. Según ha contado el periodista Saúl Ortiz en el programa ‘La mañana de la 1’, el estado de salud de la madre de Carmen Martínez Bordiú habría empeorado hasta tal punto de que ya habría recibido la extremaunción y su familia estaría aguardando el triste desenlace.

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Fue el pasado mes de noviembre cuando Carmen Franco confesaba a la periodista María Eugenia Yagüe que sufría un cáncer terminal del que no existía tratamiento. “Todo ha sido este verano, he estado 15 días de médicos y dicen que debe ser de hace tiempo, pero bueno, lo he asumido y no pasa nada. No tengo tratamiento, no hace falta, pero bien, muchas gracias por su interés”, explicaba con una gran serenidad. Desde entonces, su entorno se ha ido preparando para despedirse de ella, algo que, según las palabras de Ortiz, parece que tendrán que hacer en las próximas horas.

En todo este tiempo Carmen ha demostrado una gran valentía: "No tengo miedo a nada ni tan siquiera a la muerte, la he visto de cerca muchas veces y la conozco perfectamente. No le tengo miedo, no me pillará quieta, reivindico mi nombre porque no quiero ser juzgada por la vida de los demás ni la de mis padres ni la de mi marido ni la de mis hijos. Soy Carmen, nada más. Una mujer que ha sido testigo de casi un siglo de historia. No sé cuánto tiempo voy a vivir más, tampoco me importa. Hasta donde llegue he llegado…”.

Quien más ha hablado sobre la enfermedad ha sido su hija Carmen Martínez Bordiú, quien a finales de noviembre acudía a la presentación de un libro basado en la biografía de su progenitora: “Carmen. El testimonio novelado de la hija de Franco. Una mujer testigo de la historia”, una novela histórica de Nieves Herrero, nacida de 40 horas de conversación entre la periodista y Carmen Franco.

Ya en aquel momento la que fuera mujer de Alfonso de Borbón se mostraba de acuerdo con la decisión de su madre de disfrutar del tiempo que le quedase. “Ella es cómo ha querido vivir y yo la encuentro tan bella y tan tranquila ahora, rodeada de sus hijos, de sus nietos, de toda la gente que la quiere que yo la veo feliz”, comentaba, a la vez que añadía que su ánimo era bastante bueno y que de cabeza estaba incluso mejor que ella, “ha asumido lo que tiene con mucha serenidad, creo que lo ha querido vivir de esta manera. Siempre ha dicho: ‘mientras mis piernas me aguanten…’”.

Más recientemente, su amiga María Dolores Bermúdez contaba al portal Informalia que el hecho de conocer qué le sucedía había provocado que Carmen no tuviera esperanzas para luchar contra la enfermedad. “Si no le hubieran dicho toda la verdad de su enfermedad, podría haber tenido una esperanza y quizá lucharía, pero yo veo que está entregada. Sabiendo la cruda realidad no se esfuerza. Está esperando a que Dios se la lleve, ahora está muy apagada y no sigue las noticias del telediario”.