El tiempo pasa para todos, incluidos nuestros famosos. Un día uno es un ídolo juvenil, y al otro le acaban de caer 50 años de golpe. Lo bueno es que los 50 son los nuevos 40, y si nos apuráis los 30. Hablamos de profesionales en plena forma, mujeres y hombres en la cresta de la ola, que han ganado experiencia con el tiempo, pero que siguen desempeñando sus carreras con el mismo amor y la misma pasión que ponían cuando estaban empezando.

 

Y para qué engañarnos, hay quienes están mejor ahora que hace 30 años. Pensad en Sarah Jessica Parker, por ejemplo. Sí, la actriz de ‘Sexo en Nueva York’ ya era un rostro conocido antes de meterse en la piel de Carrie, pero no fue hasta tener muy cerca los 40 cuando se convirtió en un icono de estilo. Vale, antes tenía gracia, enamoraba a la cámara con su espontaneidad y todo lo que queráis, ¡pero ahora tiene todo eso y más! Se acabaron los peinados imposibles, los looks que sólo sentaban bien a Madonna (y a veces ni eso) y apostemos por una versión más sofisticada de nosotros mismos.

 

En el terreno nacional tenemos verdaderos mujerones de la añada del 1965. Fijémonos en Belén Rueda. De azafata con desparpajo a ser una de las mujeres más elegantes de nuestro país. Ha encontrado el peinado que mejor le sienta, la ropa que más le favorece y su carrera no ha hecho nada más que ir hacia arriba.

 

Desde luego, cumplir años como una celebridad es un verdadero gusto.