¿Sabías que la tartamudez es de lo más común entre los famosos? Los hay que por timidez no podían hablar de manera correcta cuando eran niños, a otros se les atropellaban las palabras y algunos no conseguían decir una frase entera sin trabarse.

Muchos encontraban consuelo en disciplinas como la música o la interpretación, porque les ayudaba a hablar del tirón sin sufrir parones. Marc Anthony, cuando se ponía a cantar, se olvidaba de su tartamudez. En el mundo no existía nada más que la canción que él había memorizado y que repetía de carrerilla. Ponía sus cuerdas vocales a funcionar y se olvidaba de aquello que tanto le hacía sufrir en la escuela.

Otras, como Nicole Kidman o Emily Blunt, por recomendación de un especialista, empezaron a ir a clases de teatro donde repetían textos enteros sin equivocarse ni una sola vez. La interpretación fue la tabla de salvación para muchos famosos, como también han reconocido algunos tímidos patológicos que, al subir a un escenario, se transforman de manera completa, puesto que sienten que están prestando su cuerpo a su personaje y esto les ayuda a vencer el miedo a hablar en público.

Marilyn desarrolló este defecto en el habla después de haber vivido una infancia traumática. Abandonada por su padre, su madre ingresada en un psiquiátrico y sin nadie que la atendiera de manera correcta, la actriz pasó los últimos años de su infancia y primera adolescencia en un orfanato. No fue una experiencia para nada agradable, por lo que como resultado le quedó una tartamudez que solo sacaba si se ponía nerviosa o sentía mucha presión.

El caso de Monroe es demasiado extremo ya que la mayoría de los famosos presentaban este balbuceo por causas que no tenían que ver con factores emocionales, sino con la manera en la que desarrollan de pequeños sus capacidades para el lenguaje y comunicativas.

Lo positivo es que todos ellos han triunfado en sus carreras, han vencido este obstáculo y se han convertido en una inspiración para todos los que estén en una situación parecida.